jueves, marzo 23, 2006

Otra forma

Existe en este vasto universo de internet un rinconcito remoto y alejado de la civilización donde los asesinos y los locos campan a sus anchas, haciendo lo que más les gusta: crear la música que ellos quieren. "Alomojó" me he pasado un pelín calificándolos de tales, pero es que esta gente entra dentro del perfil que estableció Pedró Farré cuando habló del copyleft como aquellas personas que intentan cargarse el modelo de propiedad intelectual actual que tanto trabajo les costó conseguir, afirmando también que en este mundo moderno el copyleft no tiene sentido. O sea, que estaríamos hablando de asesinos y locos, ¿no? Bueno, dejaré ya de mover la mierda, no vaya a ser que empecemos a vomitarnos los unos a los otros.

Ese rinconcito remoto se llama Jamendo y, como bien indican en su página, intentan abrirnos los oídos a otra forma de entender la música, alejada de la contaminación que produce la industria musical. Toda la música que podemos encontrar en sus página está publicada bajo licencia creative commons, por lo que podremos descargarla cómodamente a nuestro disco duro a través de un red p2p ofreciéndonos la oportunidad de elegir entre mp3 y ogg (para los que lleven el movimiento de la música libre en sus venas) y a un bitrate más que generoso. También podemos realizar una escucha total del album antes de descargarlo de esta forma, pero sólo podrá ser reproducido online y a apenas 64kbits. Como toda buen comunidad, podemos dar nuestra opinión sobre los discos que escuchemos y recomendarlo a algún amigo nuestro de la comunidad. Desde Jamendo aseguran que según las preferencias que vayas demostrando a la hora de escuchar y valorar los trabajos, ellos te recomendarán otros, ayudándote a descubrir nuevos artistas que quizás sean de nuestro agrado, tal y como viene haciendo Last.fm pero a otro nivel.

Lo mejor para los artistas, aparte de su promoción en internet y lo que ello conlleva, es que te ofrecen distintas formas de donarles dinero a los artistas para que se puedan ganar unas pelillas con sus discos, sin que la propia página te lo tenga que recordar a cada click. Digamos que esperan que salga como iniciativa espontánea de cada usuario, y por ahora parece que la idea de la donación funciona bastante bien, ya que entre la información del autor y demás, puedes encontrar la lista de donaciones, siendo la de algunos bastante extensas.

Y ahora viene la opinión del ciudadano de a pie, es decir, la mía. Sin ponerme a hacerle la pelota a nadie, creo que Jamendo es la mejor forma de demostrar que otra forma de negocio es posible en esto de la música. No sé si alguno de los mejores artistas de Jamendo pueden vivir de las donaciones conseguidas a partir de esta página, pero al menos conseguirán rellenar un montón de fechas con conciertos suyos, donde sí que podrán ganar dinero a costa de trabajar en lo que ellos saben hacer. Cierto que no podrán llevar la vida de los artistas comerciales, donde se pueden permitir el lujo de no realizar una actuación en directo en mucho tiempo, pero al menos saben que su música les pertenece y que podrán hacer con ella lo que les venga en gana. No tendrán que responder antes discográficas, ni a sus caprichos ni a sus putadas, y lo mejor de todo es que tendrán completa libertad a la hora de seguir componiendo.

Todo esto es muy bonito, pero sigo encontrándole un gran problema a los artistas que adoptan las licencias creative commons y es que muchos de ellos suenan bastante mal. He escuchado varios discos y he encontrado un par de joyas que suenan a estudio de calidad, pero el resto, por regla general, cuando los escuchas no puedes evitar pensar que le sigue faltando algo para que no paren de sonar en tu amaroK. Por desgracia, el talento en la composición no tiene nada que ver con el de la producción. El primero se trata de una cuestión casi genética, gratuita y que depende de la persona; mientras que a la segunda hay que añadirle además una gran cantidad de dinero y horas de estudio. He encontrado temas con unas ideas buenísimas, que muy bien podían haber salido de Ninja Tune o Warp, pero que les ha faltado un buen productor que les quite el sonido enlatado y la cuantización exagerada del FL Studio. Y aquí llegamos a una encrucijada difícil de solventar, porque ¿de verdad le trae cuenta a un músico que no basa sus ingresos en la venta de discos meterse en la producción de su trabajo que le puede costar un ojo de la cara? Si consideramos los discos una mera forma de promocionarse de cara a los conciertos, ¿no podemos los demás disfrutar de su música con una calidad de sonido decente mientras lo ponemos a todo trapo en nuestro dormitorio? El próximo día seguiré con estas dos cuestiones, que para mi son los dos principales escollos a salvar para que se puedan adoptar de una forma masiva las licencias creative commons
Ebers Moll 4:42 p. m.

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