lunes, enero 16, 2006

Róisín Murphy - Ruby Blue

He de reconocer que Moloko no ha sido un grupo por el que haya sentido especial predilección. Nunca me llegó a convencer del todo su estilo. De esto tiene mucho que ver que por aquella época, cuando sacó su Do You Like My Tight Sweater?, yo todavía estaba más atento a Blind Guardian, y demás que, a otro tipo de música. Pero es que cuando llegó el Things to Make and Do tampoco es que se me cayera la babilla. Lo veía bastante irregular (me gustaban un par de ellas y del resto prescindía mucho) para mis gustos musicales de aquella época. Cuanto más pienso en la música que escuchaba antes y la de ahora, más es mi convencimiento que para saber apreciar cierta música hay que tener edad y haber escuchado una cierta cantidad de artistas que hagan evolucionar tu sentido del buen gusto.

Aunque había escuchado poco de este grupo, una cosa sí que tenía bien claro: la voz de Roisin era genial. Tras un tiempo estando para mi este grupo en el olvido, me recomendaron el Secondhand Sound de Herbert, e hicieron especial hincapié en que escuchara la mezcla que hizo del Sing It Back famoso. Para mi Herbert era un artista recién descubierto a través de su Bodily Functions y que me agradaba mucho. Así que hice les hice caso y la puse a toda pastilla en el equipo. En aquel momento tuve dos revelaciones. La primera, mi confirmación de que Matthew Herbert era muy grande. Y dos, que Roisin Murphy ganaba mucho más si cambiaba el estilo en el que se movía. Porque la mezcla era simplemente coger la misma voz que en la original y meterle una base nueva. La suma de ambos reunía lo mejor de los dos.

Cuando me enteré que Roisin sacaba disco en solitario sospeché que no me dejaría indiferente al escucharlo y que habría que hacerlo con la mente muy abierta. Al ver que Herbert estaba detrás de todo aquello, se confirmó lo anterior. Una cosa es mezclar algo y otra muy distinta contar con la vocalista para hacer volar la creatividad. Pero estaba muy equivocado en una cosa. No era Herbert quien disponía de Roisin, sino completamente al revés. Y eso se nota enseguida. Ella va completamente a su ritmo, cantando como le viene en gana, desbordando genialidad, mientras Herbert se contenta con ayudarla con su estilo inconfundible, apoyando los espacios que ella deja libres y dejando siempre que sea Roisin quien lleve todo el peso en la canción.

Obviamente el disco está salpicado por completo de esos maravillosos clicks que siempre incorpora Herbert para construir sus ritmos. Pero también incorpora gran cantidad de instrumentación real, creando en algunos temas melodías muy chillout que nada tienen que envidiar a las de Zero 7, como en el caso de Trought Time. O cuando se mete en pistas "más bailables" se permite el lujo de meternos algún que otro riff de vientos al más puro estilo funky (Sow into You). Por supuesto, siempre que puede se clava con alguna de esas melodías extrañas que hace con sonidos aún más extraños.

Me acuerdo que hace bastante tiempo leí una entrevista que le hacían a Brian Eno y en ella le preguntaban sobre el futuro de la música, en cuanto a innovación. El dijo que la rítmica estaba casi completamente explorada, que no se puede hacer nada completamente nuevo en este campo. Dijo que el futuro pasaría por la voz, ya que, según él, hasta ahora los productores sólo se han limitado al uso del vocoder y poco más. No decía nada más sobre qué se podría hacer con la voz, pero seguramente a Herbert se le pegó esto al oído.

Todo esto viene a cuento de que en Ruby Blue la electrónica no aparece solamente en formas de clicks, sonidos raros y ritmos difusos, sino que (para mi) la verdadera genialidad del disco radica en el uso que hace Herbert de la voz de Roisin, usando recursos similares de los que hizo gala en The Audience de su Boidily Functions. Vale que ella canta como le da la gana (siempre aprovechando todos los recursos de su voz) pero acompañada en todo momento de ella misma. No, no es que Herbert aplique unos simples coritos, sino que hace verdaderas diabluras con la voz de ella, usándola como parte rítmica, como contrapunto, la distorsiona aquí, la samplea por allá... Roisin se convierte en Roisin elevado al cubo. La presencia de ella es omnipresente en la mezcla final. Lo mejor es que la escuchéis en Ramalama (Bang Bang), una verdadera orgía sonora entre Roisin y Matthew. Sólo recomendado para mayores de 18 años.

Para mi, estamos ante uno de los mejores discos de 2005. Ni LCD Soundsystem, ni leches. La ex-cantante de Moloko (no sé si se han separado definitivamente), evoluciona como si de un Digimon se tratara, pasando del sonido a veces un poco infantil de su anterior grupo, a un concepto muy serio de la música. Se aprovecha ella misma de todo su potencial y lo pone en manos de uno de los productores con más creatividad del panorama actual. Una unión que rompe moldes y que destrozará todo concepto anterior que pudieras albergar de esta mujer. Sólo hay que ver la portada del disco para saber que no estás ante un refrito de Moloko. Pitchfork la coloca en el puesto 41 de los mejores discos de 2005. A la mierda Pitchfork. Yo la coloco entre los cinco primeros como mínimo.

Nota: 9'5
Ebers Moll 11:12 a. m.

1 Comments:

No veas con el Digimon, le has puesto un 9.5, tendre que escucharlo, seguro que suena bien

Jay Binel - Talibanes Galaticos - Ogame U12

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