viernes, noviembre 25, 2005

La bomba James

Hoy ha explotado una bomba en Granada. No ha sido ETA ni Al Qaeda. Ha sido James Taylor y sus amiguetes. La deflagración estaba cargada de puro sonido hammond a ritmo de funky. Pero vayamos por partes, como bien dice Jack.

Comenzó el concierto con sus correspondientes teloneros. Domestic venían de a escasos kilómetros de la sala, ya que es un grupo básicamente granadino. Avalados por un excelente primer disco, se supone que esta gente realizan unos conciertos completamente distintos a lo que graban en el estudio. Demasiado pretenciosos para estar a la altura de lo que se avecinaba. Todos ellos son excelentes músicos, muy melódicos pero carentes de una cierta chispa jazzera, de lo que en verdad pretendían hacer mezclado con sonidos almacenados en un sampler. A medio camino entre un estilo y otro, no acaban de definirlo en el escenario, resultando una mezcla que a veces carece de la suficiente pegada como para arrancarte a bailar. Suenan mucho mejor en el estudio, donde los sonidos easy listening se agradecen mucho más sentado en un buen sillón. Quizás la nota más discordante la da el que a priori sabe menos música, el DJ. Es más el trabajo que aparenta realizar que el de verdad resulta. Un sonido acá, un scracht de muy mal gusto allá, unos samples de coros femeninos muy acertados, unos golpecitos que destrozan el ritmo y unas bases rítmicas que se quedan en un amago rítmico y válgame la redundancia... En definitiva, se le da mucho mejor la secuenciación estando tranquilamente en casita que la aportación a una actuación en directo. Los mejores fueron sin duda alguna los vientos. Bastante acertados en las melodías base y excelentes en la improvisación. Al igual que en el primer disco, siguen empeñados en usar una introducción para no sé qué motivo, porque era bastante difusa y no aportaba nada al desarrollo del concierto. Es más, nos hizo bostezar un poco al principio y podía llegar a condicionarte a la hora de seguir escuchándolos. Un concierto aceptable, pero tampoco nada del otro mundo.

Y hasta aquí dio de sí Domestic. Aparte que a la gente se le veía con ganas de escuchar a gente de corte más "clásico". Tras una pequeña espera de no menos de un cuarto de hora, allí estaba el batería, el bajista y James Taylor con la parte trasera del órgano mirando al público, para así poder en todo momento ver la cara del público que le estaba escuchando. Vestido con chaqueta y camisa larga, su rostro serio no le hace justicia a la hora de divertir tanto como deleitar a los más puristas. Y sí al estribillo de Jesucristo Superstar me remito, con el abrió el concierto, para dar paso a tema completísimo en interpretación por parte de los tres integrantes. Ahora bien, ¿donde están los otros dos que completan el cuarteto? ¿Se los habrá dejado por el camino? No, menos mal. Allí estaban para la segunda canción un saxofón tenor a cargo de un hombre de la misma quinta que James y un jovencísimo trompetista que apunta muy alto. Y es que en los mano a mano entre ambos, por una vez la juventud pudo sobre la experiencia, y eso que el saxofonista no era manco.

Pero si creíamos que el grupo estaba completo, faltaba el toque de glamour que nadie esperaba. Yo por lo menos no. Aún sabiendo que en sus últimos discos incorpora una vocalista, creo que jamás nos íbamos a imaginar que tendría semejante aspecto. Un mujer de unos muy bien ver treinta años, de raza negra con un tono de piel esquisito, unos ojos enormes junto con unos labios a lo Angelina Jolie, todo ello rematado por una vanguardia que... Bueno sigamos hablando de música. La verdad es que la vocalista aparte de sus dotes físicas, tiene otros tantos musicales, sin apenas llegar a desentonar con el resto de miembros. Tras una hora y media de concierto cargado de funky y acid jazz más unos solos geniales, tocaron un bis más para acabar de destrozarnos la cintura.

Un dato curioso: James no se contenta con una imitación electrónica de hammond que suenan igual que las originales. No. James tiene un hammond original, y cuando digo original me refiero a que su lado tenía el altavoz giratorio de doble cono. Todo un purista y toda una delicia para nuestros oídos.

Nota: Esta misma entrada se encuentra en mi otro blog
Ebers Moll 12:52 p. m.

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